domingo, 17 de abril de 2016

Corrientes esenciales de principios de la humanidad

Los inicios de nuestra forma de pensar se sitúan en los planteamientos e ideologías surgidas en la conciencia de personas que hoy conocemos como filósofos. Aquellos que como un joven diría popularmente: "fundieron".

Pues entre esos nombres que tanto escuchamos desde pequeños, dueños de frases famosas y enseñanzas perdurables hasta la actualidad; ahí se encuentran los personajes de quienes abundaremos a continuación.

En primer lugar: los Sofistas.
Sofista significa formacióm para la política, surgieron en la época de Perícles (rey, gobernador, emperador).

Eran maestros de la argumentación, personas con mucha facilidad de palabra, de tal manera que angañaban. Amaban el debate, su propio yo y en el fondo no les interesaba la verdad, sino sentir que habían ganado. Se centraban en temas como política y ética.

Los sofistas instituyeron la modalidad de cobrar por enseñar (en eso Protágoras era el más destacado. Incluso hay una anécdota famosa sobre Protágoras y un alumno que refleja su codicia).

Estos filósofos hicieron muchos viajes que se convirtieron en aprendizajes culturales, lo que los hizo capaces de plantear la diferencia entre las costumbres y leyes. Así, se pueden citar ciertos aspectos en común que los caracterizaban especialmente: 
-Eran extranjeros en Atenas.
-Tuvieron la oportunidad de conocer muchas culturas.
-Fueron educadores en base a la razón. El objetivo era siempre ganar.
-Defendían la igualdad de todos los seres humanos.
-No había verdad absoluta, todo era relativo dependiendo del punto de vista.

Sócrates y Platón eran enemigos de los sofistas y, curiosamente, lo que se conoce de ellos es por Platón.

Continuamos con Platón:
Según lo estudiado y analizado, éste se encontraba en una disputa con los sofistas, ya que tenía distintas preferencias en lo político y filosófico. Decía que estos pretendían enseñar virtud y ser hombres. Fue el discípulo más aventajado de Sócrates y maestro de Aristóteles. Fundó la primera academia de Atenas (primera en Occidente).

Planteó la idea del “dualismo cósmico”: Existen dos mundos: el mundo de las ideas y el mundo sensible o material. En el mundo de las ideas están las almas y éstas contemplan la verdad, los dioses, el conocimiento puro. Éste mundo siempre será superior al material y sólo se puede accede a él a través de la razón. En el mundo sensible se encuentra todo lo que conocemos, no hay verdades absolutas sino opinions y allí todo cambia, hay movimiento.

En medio de estos dos mundos se encuentra el demiurgo, que crea el mundo sensible inspirado en el mundo de las ideas.

Decía que el cuerpo es la cárcel del alma y que la verdad es adecuación entre el dicho y el hecho, intemporal y eternal.

 Propuso el estado ideal, que sería el modelo ideal para lograr un Estado justo.

Para terminar con los filósofos: Tradición Aristotélica

Es aquella que incluye todo pensamiento politico, filosófico, ético y retórico basado en las ideas de Aristóteles.

 Aristóteles fue discípulo de Platón y el maestro de Alejandro Magno, dicen que fue quien le dio aire de grandeza a éste y que por eso conquistó muchas tierras, por lo que Aristóteles es considerado el más grande pensador. Es el que más ha influído y se dice que fue una escuela de pensamiento.

En su pensamiento se alejó mucho de Platón, pues no creía en dos mundos, sino en el que se conoce a través de los sentidos: “No hay nada en el conocimiento humano que no haya entrado por los sentidos”. Aunque además de los sentidos reconocía el conocimiento metafísico, que para él es el único que no se obtiene a través de los sentidos.

Habla del “motor inmóvil” que le da cabida a la idea de un Dios, pero nunca entró al tema de la muerte o lo que hay después de ella.

Decía que el hombre es un ser racional (que piensa), político (vive en la poli o ciudad) y un ser social por naturaleza; por lo que todo aquel que diga que no puede vivir en sociedad es algo más que un hombre (un Dios) o algo enos que un hombre (un animal).

El elemento esencial en la lógica aristotélica es el sinogismo: unión de ideas que tiene una proposición mayor o menor, de donde sale una conclusión. De ahí sale la idea de “axioma”, verdad que no se discute.

Bibliografía:
José Luis de la Cruz, Clases de Filosofía, 2015

Por Nicole Espejo (2015-5031)

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